Aunque tiene dos años el artículo, resulta pertinente para quienes somos traductores. Hay traductores, diplomados y todo, que consideran sagrados los diccionarios de la RAE. No menoscabo ni desprecio el valor de estos diccionarios, ni el valor del Panhispánico de Dudas, así como otros, pero me preocupa lo prescriptivos que se ponen algunos traductores con la muletilla “no está/está en el diccionario de la RAE”. Habría que traer esto a la conciencia de los estudiantes de traducción.
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